Para ello necesitaremos únicamente dos elementos:
- Una superfície barata subceptible de ser rotulada: papel, cartón, o madera preferentemente. Aunque lo ideal sería una buena tapia, a poder ser de tocho vista.
- Un bote de pintura(a ser posible roja o negra) y una brocha gorda, o en su defecto un rotulador de los de poner los precios en los supers de barrio.
Una vez provistos de los elementos necesarios pasaremos a la segunda fase del proceso: la redacción del mensaje que se pretende comunicar. El texto debe ser conciso y preciso. Sin florituras. La sintaxis y la ortografía en este caso son elementos secundarios(el corrector de Word, ni tocarlo). Lo importante es que el mensaje llegue al mayor número de personas posible sin dejar lugar a equívocos.
Y finalmente se debe proceder a la rotulación del cartel. En esta fase es más importante la visibilidad del cartel en sí, que no pequeños detalles como la tipografía, la tabulación del texto o la precisión en el trazo. Ante todo se debe procurar que el cartel sea de gran tamaño y si no es posible haremos tantos carteles como sean necesarios para la correcta comprensión del mensaje.



(Visto en un huerto del Delta del Llobregat)
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2 comentarios:
Cuando se antepone el por favor, que decir...¡¡¡
mas claro ,agua, jajajajajajaja.............saludos
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